Habían pasado sólo unos pocos días desde que aterrizamos en Tokio y, cuando ya estábamos empezando a encariñarnos con la capital nipona, tuvimos que volver a hacer las maletas para continuar nuestro viaje por Japón.

El día anterior habíamos canjeado el Japan Rail Pass y esa mañana nos dispusimos a estrenarlo por todo lo alto: tres horas de shinkansen, un trasbordo en Osaka y una hora y media más de tren hasta Hiroshima. A pesar de la duración, el trayecto no se hizo nada pesado ya que el tren bala es sorprendentemente cómodo.

Hiroshima no es una localidad especialmente bonita ni con grandes monumentos que inviten a visitarla, salvo que pasemos por la vecina isla de Miyajima. La ciudad fue completamente reconstruida después de ser arrasada hasta sus cimientos en la Segunda Guerra Mundial y, hoy día, puede pasar por cualquier otra ciudad japonesa.

Precisamente hoy, 6 de agosto, hace 70 años que Hiroshima entró en la historia mundial, y en la memoria colectiva, por ser la primera ciudad en sufrir un bombardeo nuclear con consecuencias nefastas. Y es exactamente por estos tristes hechos que es recomendable pasar unas cuantas horas recorriendo el punto cero, donde cayó la bomba atómica, y los distintos lugares conmemorativos de este siniestro suceso.

¿Quieres visitar Hiroshima con nosotros? Ven a pasear por sus calles y rememorar su triste historia.

Cenotafio Conmemorativo con la Llama de la Paz y la Cúpula de la bomba atómica de fondo
Cenotafio Conmemorativo con la Llama de la Paz y la Cúpula de la bomba atómica de fondo

Un poco de historia

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hiroshima se había convertido en uno de los principales centros de suministros militares del ejército japonés. Miles de ciudadanos coreanos eran forzados a trabajar en sus fábricas para mantener los niveles de producción. Esto supuso que, en los primeros años de la guerra, la ciudad viviera cierta prosperidad.

Este hecho no pasó desapercibido para el ejército americano, que incluyó a Hiroshima entre las tres candidatas para ser el campo de pruebas de la recién creada bomba atómica. América se había gastado una cantidad ingente de dinero en el desarrollo de la que se consideraría el arma definitiva y, con la excusa de dar un golpe contundente que consiguiera la rendición de Japón, tenía la intención de utilizarla.

La mañana del 6 de agosto de 1945 el bombardero ‘Enola Gay’, un avión Boeing B-29 Superfortress, llevaba seis horas sobrevolando el Pacífico, a la espera de recibir las instrucciones sobre dónde debían dejar caer su terrible carga. La clave sería la meteorología ya que se quería que el cielo estuviese despejado para no tener que usar el radar para tirar la bomba, querían asegurar visualmente el objetivo. Finalmente, la ciudad elegida fue Hiroshima.

A las 8:15 de la mañana la ciudad terminaba de despertarse cuando la tripulación del bombardero americano dejó caer la bomba Little Boy. Este cilindro de acero acorazado medía más de 3 metros de largo y pesaba más de 400 kilos, 60 de los cuales eran de uranio. La caída fue de 55 segundos y la explosión tuvo lugar a 600 metros sobre la ciudad para evitar que el suelo absorbiera la mayor parte de la onda expansiva.

Los americanos habían hecho pruebas con otros tipos de bombas pero no con ésta. No sabían qué iba a pasar aunque lo intuían. Iban a demostrar que el ser humano es capaz de exterminar a su propia especie.

Monte Conmemorativo de la Bomba Atómica
Monte Conmemorativo de la Bomba Atómica

El artillero del Enola Gay, Bob Caron, describió el dantesco espectáculo de la siguiente manera:

“Una columna de humo asciende rápidamente. Su centro muestra un terrible color rojo. Todo es pura turbulencia. Es una masa burbujeante gris violácea, con un núcleo rojo. Todo es pura turbulencia. Los incendios se extienden por todas partes como llamas que surgiesen de un enorme lecho de brasas. Comienzo a contar los incendios. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… catorce, quince… es imposible. Son demasiados para poder contarlos. Aquí llega la forma de hongo de la que nos habló el capitán Parsons. Viene hacia aquí. Es como una masa de melaza burbujeante. El hongo se extiende. Puede que tenga mil quinientos o quizá tres mil metros de anchura y unos ochocientos de altura. Crece más y más. Está casi a nuestro nivel y sigue ascendiendo. Es muy negro, pero muestra cierto tinte violáceo muy extraño. La base del hongo se parece a una densa niebla atravesada con un lanzallamas. La ciudad debe estar abajo de todo eso. Las llamas y el humo se están hinchando y se arremolinan alrededor de las estribaciones. Las colinas están desapareciendo bajo el humo. Todo cuanto veo ahora de la ciudad es el muelle principal y lo que parece ser un campo de aviación”.

A pesar de los esfuerzos que la censura americana hizo durante años, todos conocemos las desastrosas consecuencias del bombardeo. El millón de grados que se alcanzó en el núcleo de la explosión hizo que entre 70.000 y 80.000 personas, cerca del 30% de la población de Hiroshima, muriera instantáneamente, mientras que otras 70.000 resultaron heridas.

El 9 de agosto los americanos repitieron el bombardeo en la ciudad de Nagasaki, consiguiendo, días más tarde, la rendición de Japón y dejando un triste legado que marcó a la humanidad para siempre: muerte, quemaduras, hemorragias internas, tumores cancerígenos y leucemia.

Cenotafio de las Víctimas Coreanas
Cenotafio de las Víctimas Coreanas

Cómo llegar a Hiroshima

Hiroshima tiene una de las estaciones principales de la línea Sanyo de shinkansen. Gracias a la velocidad del tren bala, la ciudad se encuentra a 30 minutos de Himeji, a 40 minutos de Okayama, a 90 minutos de Osaka y a unas cuatro horas de Tokio.

Una vez en la estación de Hiroshima, para llegar al Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima tendrás que tomar la línea 2 (de color rojo) o la línea 6 (de color amarillo) de tranvía y, tras unos 15 minutos de trayecto, bajarte en la parada Genbaku-dome-mae.

Grullas de origami
Grullas de origami

Nuestra visita a Hiroshima

Tras bajar del shinkansen en la estación de tren de Hiroshima, nos dirigimos en tranvía al que sería nuestro hotel durante un par de noches, el Sunroute Hiroshima. El hotel está situado estratégicamente cerca del Parque Memorial de la Paz, así que sólo tuvimos que dejar nuestro equipaje en la habitación para volver a bajar, cruzar la calle y comenzar nuestro recorrido por la ciudad.

Si durante nuestro paseo en tranvía habíamos visto una urbe renovada y moderna, todo cambió al aproximarnos al punto cero, lo que era el centro de la ciudad en 1945, una parcela de terreno reconvertida en un parque conmemorativo. Allí parece que todo es rodeado por una enorme burbuja de silencio y respeto. Una mezcla entre el dolor y la frustración, por ver cómo es posible que el ser humano pueda hacerse tanto daño a sí mismo, y la esperanza, por comprobar  que también es capaz de sobreponerse de un golpe tan duro.

A continuación vamos a enumerar los puntos más destacados de la visita a Hiroshima. Utiliza el mapa que adjuntamos para poder localizarlos más fácilmente.

 

Museo Memorial de la Paz

Este edificio recoge todo tipo de material relacionado con el ataque nuclear sufrido por Hiroshima. Fotografías, objetos y, sobre todo, historias de las personas murieron y sobrevivieron a la tragedia. Sabíamos que ésta es una visita interesante pero muy dolorosa. Antes de viajar a Hiroshima habíamos visto imágenes muy duras de lo que hay en el interior del museo y leído relatos de otros viajeros que lo visitaron previamente, pero nosotros no nos sentíamos con coraje suficiente como para pasar por esa experiencia.
Precio: 50 yenes.

Museo Memorial de la Paz
Museo Memorial de la Paz, al fondo

Parque Conmemorativo de la Paz

Este jardín está salpicado de numerosos monumentos relacionados con tan aciago evento. Algunos de ellos son:

  • Cenotafio Conmemorativo. Monumento funerario erigido en honor a las víctimas. En él se puede leer la inscripción «Descansad en paz, pues el error jamás se repetirá». La bóveda que forma el cenotafio, cubre un cofre donde se conservan los nombres de todas las víctimas de la bomba nuclear.
  • Llama de la Paz (Heiwa no tomoshibi, 平和の灯). Este fuego permanecerá encendido hasta que no haya más armas nucleares en el mundo. Hay una llama igual cerca del santuario Tōshō-gū del Parque Ueno de Tokio.
Cenotafio Conmemorativo
Cenotafio Conmemorativo

 

  • Monte Conmemorativo de la Bomba Atómica. Un montículo cubierto de césped que contiene las cenizas de setenta mil víctimas no identificadas.
  • Estatua de los Niños de la Bomba Atómica (Genbaku no Ko no Zō, 原爆の子の像). Estas imágenes fueron levantadas en memoria de los niños fallecidos como consecuencia del bombardeo. Además, de manera particular, evoca la memoria de Sadako Sasaki, una niña de 12 años que enfermó de leucemia tras el ataque e intentó salvarse cumpliendo la tradición que dice que, si haces mil grullas de origami, se cumplirá tu deseo. Por desgracia, Sadako sólo pudo completar 644 grullas antes de fallecer pero sus compañeros de escuela alcanzaron las mil por ella. En la actualidad, miles de visitantes siguen dejando sus grullas junto al monumento.
Estatua de los Niños de la Bomba Atómica
Estatua de los Niños de la Bomba Atómica

 

  • Cenotafio de las Víctimas Coreanas. Se calcula que hubo miles de coreanos muertos en el bombardeo. Éstos fueron traídos forzosamente a Japón desde su país, ocupado por los japoneses hasta el fin de la Guerra Mundial, para trabajar en las fábricas de Hiroshima y Nagasaki.
  • Campana de la Paz. Los visitantes del Parque de la Paz pueden hacer sonar esta campana para realizar una llamada a la paz mundial. Su tañido es lo único que esporádicamente rompe el respetuoso silencio de la zona.

 

Campana de la Paz
Campana de la Paz

Cúpula de la bomba atómica (Genbaku Dōmu, 原爆ドーム)

El esqueleto de este edificio fue de lo poco que permaneció en pie tras la fatal explosión. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, este sobrecogedor amasijo de hierros se mantiene en el mismo estado en que quedó en su día. Ahora es todo un símbolo del espantoso poder de devastación de las armas nucleares.

Cúpula de la bomba atómica
Cúpula de la bomba atómica

Castillo de Hiroshima (Hiroshima-jō, 広島城)

Al igual que otros muchos castillos japoneses, se trata de una reconstrucción ya que el original fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el castillo de Himeji es uno de los pocos de todo el país que mantiene su estructura intacta. El edificio del castillo de Hiroshima es utilizado actualmente como museo de la historia de la ciudad.
Precio: 370 yenes.

Castillo de Hiroshima
Castillo de Hiroshima

Hondōri (本通り)

Esta calle cubierta es el epicentro comercial de la ciudad. El sitio perfecto para distraerse después de un largo paseo por la ciudad. Allí encontrarás bares, restaurantes, pequeñas tiendas y grandes locales comerciales.

 

Mapa de Hiroshima

En el siguiente mapa localizamos qué ver en Hiroshima:

Y por si quieres llevarlo contigo en tu viaje a Japón, incluimos un mapa de Hiroshima descargable en PDF.

 

Galería de imágenes

Si quieres ver más fotos de Hiroshima, te invitamos a visitar nuestra galería en Flickr con más de 50 imágenes de nuestra visita.

https://www.flickr.com/photos/dinkyviajeros/albums/72157708456306525

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