Berlín es un gran museo de acontecimientos históricos que marcaron el devenir de Alemania, Europa y, por consiguiente, el mundo: dos guerras mundiales que devastaron todo el viejo continente y una guerra fría que dividió Europa en oriente y occidente. Pero si hay que destacar algo de entre esos hechos tan graves, es el horror del genocidio étnico, político y religioso que tuvo lugar durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial bajo el régimen de la Alemania nazi.
Para conocer más de cerca estos lamentables hechos, lo más recomendable es visitar los restos de alguno de los fatídicos campos de concentración y exterminio que aún se pueden visitar. Y es que ya se sabe, “aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Nosotros aprovechamos nuestra escapada a Berlín para ir a Sachsenhausen, un campo de concentración que está a pocos kilómetros de la capital alemana y al que se puede llegar fácilmente en tren. Sabíamos que sería una visita dura por lo horroroso de lo sucedido dentro de los muros de Sachsenhausen. Sin embargo, no por ello deja de ser imprescindible para conocer una triste página de la historia que no podemos obviar.
¿Quieres venir con nosotros a hacer una excursión a Sachsenhausen? Pues continúa leyendo esta guía de DinkyViajeros.
Breve historia del campo de concentración de Sachsenhausen
1936. Los nazis construyen el campo de concentración de Sachsenhausen en Oranienburg, un emplazamiento estratégico a 35 kilómetros de Berlín. Estas instalaciones servirían como modelo para otros campos de concentración. Aunque inicialmente fue concebido como campo de trabajos forzosos (primero para la fabricación de material de construcción y después para la fabricación de material militar), Sachsenhausen también contó con unas temibles zonas de exterminio y experimentaciones médicas.
1936-1945. Más de 200.000 personas son encarceladas en Sachsenhausen, acusadas de ser delincuentes, opositores al régimen, homosexuales, judíos, comunistas, testigos de Jehová… Se calcula que unos 100.000 de esos presos perdieron la vida allí, víctimas del hambre, las enfermedades o ejecutados.
1945-1950. Sachsenhausen se convierte en el Campo especial nº7 del NKVD, un campo de concentración soviético. Durante ese periodo otras 60.000 personas fueron encarceladas en el campo de concentración, de las que se calcula que murieron al menos 12.500 personas.
1961. Se inaugura el Memorial Nacional de Sachsenhausen que simboliza la victoria del antifascismo sobre el fascismo. Se procede a la excavación y reconstrucción de algunos de los edificios históricos.
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Torre A |
La visita al campo de concentración de Sachsenhausen
Los puntos más destacados de una visita a Sachsenhausen son los siguientes:
Centro de información al visitante
El acceso al campo de concentración es gratuito, por lo que no es necesario pagar entrada. No obstante, en el centro de información puedes alquilar audioguías por un precio de 3 euros, además de conseguir folletos informativos con mapas de Sachsenhausen
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Fotografía aérea de Sachsenhausen |
Museo de Sachsenhausen
En un principio este museo fue pensado para conmemorar a las víctimas soviéticas del nazismo, aunque tras la caída del muro de Berlín, en 1989, las exposiciones ampliaron su contenido y ganaron en objetividad.
En la exposición permanente del museo se explica con objetos, vídeos y audios la rápida evolución del terror instaurado en las calles hacia un sistema estatal de campos de concentración.
Hay que advertir que las historias que se cuentan en las distintas exposiciones repartidas por el campo de concentración de Sachsenhausen no son aptas para personas sensibles, por el horror vivido por los prisioneros.
La torre A
A cada edificio de Sachsenhausen le correspondía a una letra del alfabeto y éste era el primero por ser el que daba acceso al campo de concentración. En este edificio destaca la puerta metálica de entrada con la frase Arbeit macht frei (el trabajo os hace libres) que daba una triste bienvenida a los ocupantes de todos los campos de concentración nazis.
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Torre A |
Los barracones
Una vez dentro de Sachsenhausen, te encontrarás en una desoladora explanada con forma triangular donde se ubicaban los barracones en los que se hacinaban los prisioneros. Hoy día no queda ninguno de los 68 barracones originales pero se reconstruyeron algunos de ellos para acoger exposiciones que explican cómo era el terrible día a día de los prisioneros.
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Barracones |
Monumento de liberación soviético
Este obelisco de 40 metros de alto fue levantado por los soviéticos en 1961 a modo de emblema del memorial que fue inaugurado en 1961. Los 18 triángulos rojos que hay sobre la superficie del monumento representan las distintas nacionalidades de los prisioneros políticos y extranjeros de Sachsenhausen, que eran obligados a llevar un triángulo rojo en sus uniformes.
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Monumento soviético |
Monumento en memoria de las víctimas
Construido sobre los cimientos de la ‘Estación Z’, llamado así por ser el último lugar por el que los prisioneros pasarían, que fue un edificio de exterminio donde se instalaron una zona de fusilamientos, una cámara de gas y cuatro hornos crematorios.
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Monumento en memoria de las víctimas |
Con esta información básica podrás hacerte una idea de en qué consiste una visita por libre al campo de concentración de Sachsenhausen. Sin embargo, nuestra recomendación es que realices una visita guiada en la que un experto en la materia vaya explicando todo de forma detallada. Nosotros así lo hicimos y estamos convencidos de que acertamos con la decisión.
Desde el siguiente enlace puedes reservar la misma excursión guiada que hicimos nosotros:
Cómo llegar a Sachsenhausen
El campo de concentración de Sachsenhausen se encuentra junto a la localidad de Oranienburg, a unos 35 kilómetros al norte de Berlín, y la mejor forma de llegar hasta allí en transporte público es utilizando el tren.
Ir a Sachsenhausen en tren:
Los trenes de la línea S1 (S-bahn Wannsee dirección Oranienburg) tardan unos 40-45 minutos en recorrer el trayecto entre las estaciones Berlin-Friedrichstraße y Oranienburg. El precio del billete de ida y vuelta, que cubre las zonas ABC, es de 3,00 euros por persona.
Consulta los horarios de los trenes entre Berlín y Oranienburg en la web oficial de la compañía ferroviaria.
Ir desde Oranienburg a Sachsenhausen:
Una vez en la estación de tren de Oranienburg, tardarás unos 20 minutos andando en llegar a Sachsenhausen. Sólo tienes que las indicaciones hacia “Gedenkstätte”.
En lugar de ir a pie desde la estación, puedes utilizar alguno de los autobuses locales que paran frente a la estación y se dirigen hasta la parada Gedenkstätte, junto al campo de concentración:
- Bus 804. Dirección Malz.
- Bus 821. Dirección Tiergarten.
Ir a Sachsenhausen con un tour organizado:
Si prefieres no preocuparte de trayectos, combinaciones y horarios, desde el siguiente botón puedes contratar una excursión organizada desde Berlín a Sachsenhausen:
Mapa de Sachsenhausen
En el siguiente mapa localizamos los puntos destacados de la visita a Sachsenhausen:
Galería de imágenes
Si quieres ver más fotos de Sachsenhausen, te invitamos a visitar nuestra galería en Flickr con más de 30 imágenes de nuestra visita.
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Vaya, en invierno y con nieve se hace aún más duro…Nosotros estuvimos el verano pasado, fuimos andando desde la estación y la visita bien merece la pena.
Es de esos lugares que no nos gustaría visitar pero creo que es necesario, quizá aprendamos algo del pasado…
Un abrazo Dinkys.
Nosotros visitamos el campo hace como 4 o 5 años, también por libre, y resultó una visita dura, pero un golpe de realidad muy necesario.
¡Hola!
Opinamos igual: visitar el campo de concentración de Sachsenhausen es una experiencia dura, pero necesaria para ser conscientes de lo afortunados que somos en nuestra vida diaria.
Saludos.
¡Hola Maruxaina!
Nosotros sólo estuvimos un día y pasamos bastante frío a pesar de llevar abrigos, así que no podemos imaginar el sufrimiento de todas las personas que tuvieron que malvivir en este campo de concentración…
Como dices, es una visita dura, pero necesaria para no repetir los errores del pasado.
Saludos.
Una información muy completa. Yo he visitado dos campos de concentración (uno en Alemania y otro en República Checa) y se hace una visita muy dura, pero creo que necesaria para comprender bien el horror por el que pasaron millones de personas. Yo también creo que con una visita guiada es como mejor se visita y se entiende todo.
¡Un saludo!
Eva
¡Hola Eva!
Sin duda visitar este campo de concentración con guía es la mejor opción. Sólo así se puede comprender bien el horror que se vivió en estos lugares.
Saludos.
Creemos que estas visitan son tan duras, como necesarias. Es imposible llegar a entender el horror que se vivió en estos campos, pero te conecta de una forma más cercana. Estuvimos en Berlín hace ya unos años, y lamentablemente no nos dio tiempo a poder realizar esta visita. Así que te agradecemos mucho la info, porque la próxima iremos si o si. Nosotros visitamos Auswitch, y es también es una visita gratuita (o lo era cuando lo visitamos nosotros), pero como pasa en Sachsenhausen también alquilan las audioguias, y creo que es fundamental hacerlo. Un saludo Dinkys 🙂
¡Hola!
Precisamente fuimos a visitar Auschwitz hace unos días, durante nuestro viaje a Polonia.
Como dices, es una visita dura, pero muy necesaria, para conectar con la historia reciente de una manera más cercana. Creemos que es la única forma de aprender a no cometer los mismos errores del pasado… 😕
Saludos.
Aunque sea sobrecogedor, creo que es una visita que hay que hacer.
Los inviernos todavía se hace más dura la imagen. Una visita que deja huella. Hemos visto películas y documentales, pero estar allí debe ser estremecedor.
¡Hola María José!
Nosotros precisamente visitamos el campo en invierno y, aún yendo muy abrigados, pasamos bastante frío porque la noche anterior había nevado…
Se nos hace un nudo en el estómago cuando pensamos en las condiciones que tuvieron que soportar todos los que habitaron el campo, sin apenas abrigo, desnutridos… Terrible. 🙁
Saludos.
Yo estuve hace años en uno y me bastó para toda la vida. Salí de allí malísima, creo que me sumergí demasiado en lo que allí pasó. Cuando estuve en Berlín, ir a ver este fue una opción que descarté totalmente. No se si la visita es obligada o no, pero con uno tuve más que suficiente . Una visita demasiado dura, pero desgraciadamente necesaria para aprender la historia.
¡Hola Carmen!
Efectivamente es una visita que para algunas personas puede llegar a ser insostenible… 😕 De hecho, hace unos días fuimos a visitar el campo de Auschwitz (Polonia) y vimos algunas personas muy afectadas…
Se te remueve todo. 🙁
Visitar Sachsenhausen es algo que nos quedó pendiente cuandop fuimos a Berlin. Sí que estuvimos en Dachau desde Múnich, por ejemplo.
Hay quien dice que «no pueden visitar un luygar de tan horrible pasado». Yo creo que, al contrario, debería ser casi una obligación moral visitar algunas vez en la vida un campo de concentración. Sea Sachsenhausen, Dachau, Auschwitz o el que sea. Y si puede ser, de la mano de un guía.
¡Hola Jordi!
La razón que nos movió a visitar Sachsenhausen desde Berlín fue precisamente la que tú comentas: nos parece casi una obligación moral visitar al menos una vez en la vida algún campo de concentración, ya sea Sachsenhausen, Dachau o Auschwitz… ya que es la única forma de intentar comprender el horror que se vivió en estos lugares y evitar cometer los errores del pasado. Y para ello, nada mejor que hacer la visita con un guía autorizado.
Saludos.