


Japanese Tea Garden (San Francisco, EE.UU.)
No nos avergüenza admitir que hay pocas cosas en el mundo que nos relaje más que dar un agradable paseo por un jardín japonés: el sonido de las cascadas, el silencio de los templos, las figuras de Buda y, sobre todo, ver cómo nadan tranquilamente las carpas o peces...